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viernes, 1 de julio de 2016

Arminio, el trágico final de un héroe


       Arminio, al que Tácito se refiere en sus Anales como el "libertador de Germania", fue un guerrero querusco que protagonizó una de las batallas más importantes de la Antigüedad. Sirviéndose de la llamada guerra de guerrillas, aniquiló tres legiones romanas comandadas por Publio Quintilio Varo en los bosques de Teutoburgo en el año 9 d.C.
       Tras esta victoria, que obligó a Augusto a abandonar sus planes de conquistar Germania, Arminio tuvo que hacer frente a otro gran obstáculo, su familia política.

Los queruscos
       Tras la pacificación de Hispania, Augusto centró sus esfuerzos en la conquista del centro y el norte de Europa, logrando el control sobre las tierras situadas entre los ríos Rin y Elba. 
      En ellas habitaban los germanos, a los que el poeta Cátulo describe como "hombres conflictivos e indómitos, de gran estatura y fortaleza, ojos fieros de un intenso color azul y cabellos blondos como el trigo en Agosto".
        Los germanos estaban divididos en varias tribus y entre ellos se encontraban los queruscos, que habitaban cerca de la actual Hannover, en la Westfalia. Estaban liderados por Segestes y en el año 12 a.C. decidieron aliarse con Roma en lugar de oponer resistencia.

Arminio
       No se conoce con seguridad el año de nacimiento de Arminio, aunque la fecha más aceptada es el 18 a.C. Era hijo de Segimer, un hombre que pertenecía a la aristocracia querusca y que había servido en las tropas auxiliares romanas en varias campañas.
       Al igual que ocurría con los hijos de otros líderes tribales, tanto Arminio como su hermano pequeño, conocido como Flavio el bello, fueron enviados como rehenes a Roma. Esta táctica era muy empleada por los romanos ya que aseguraba el buen comportamiento de sus padres y garantizaba que estos jóvenes, educados en  la fe y la cultura latinas, se convertirían en futuros líderes apegados a la causa romana.
       Con solo nueve años Arminio llegó a Roma. En el año 1. d.C fue nombrado capitán de la auxilia, una fuerza montada de mercenarios germanos, y recibió su primer destino, Panonia, en los Balcanes. Su habilidad para el combate le permitió obtener un gran prestigio y recibir la ciudadanía romana.

Rebelión
       En el año 7 d.C., Augusto nombró gobernador de Germania a un pariente suyo, Publio Quintilio Varo, y le dio la misión de convertir este territorio en una provincia romana de pleno derecho. Junto a él  envió a Arminio, ya que se había ganado la fama de ser un soldado valiente, disciplinado y leal, conocía la forma de luchar de los queruscos y hablaba su misma lengua.
       A los veinticinco años Arminio regresó a su tierra pero esta no era la misma. Los romanos habían creado diversos asentamientos en las orillas de los ríos Rin, Meno y Lippe, impartían justicia con dureza, habían prohibido a los germanos portar armas y los sometían al pago de altísimos tributos. Arminio encontró a los suyos indefensos, desmoralizados e impotentes ante el poder que él representaba. Decidió que era el momento de levantarse contra los romanos y expulsarlos de Germania.
       Varo contaba con un poderoso ejército formado por tres legiones, la decimoséptima, la decimoctava y la decimonovena, unos 15.000 hombres en total, además de otros 9.000 que conformaban las tropas auxiliares. Sin embargo era un hombre dado a los placeres mundanos y la corrupción y no tenía gran habilidad para el mando.
       Por el contrario, Arminio poseía un gran carisma. Esto le permitió ganarse la lealtad de los suyos y reunir bajo su mando a unos 20.000 hombres.

Traición de Segestes
       Arminio conocía muy bien las tácticas de guerra empleadas por los romanos y sabía que era imposible vencerles en campo abierto. Por ello ideó un plan para emboscarlos en su marcha de regreso a los campamentos de invierno situados a orillas del Rin.
       Sin embargo Arminio encontró una fuerte oposición en la figura de Segestes. El líder de los queruscos se negó a apoyarle en su rebelión y se presentó en el campamento romano para advertir a Varo de su plan.
       La traición de Segestes no solo se debió a su oposición a la política libertadora de Arminio sino también a motivos personales. Su hija, Thusnelda, se había enamorado de Arminio y a pesar de estar prometida a otro hombre, había huido para reunirse con él.

La batalla de Teutoburgo
       A pesar de las advertencias de Segestes, Varo no dudó de la lealtad de Arminio y le encomendó la misión de reconocer el terreno y proteger los flancos de las legiones en la marcha.
        De este modo, el 9 de septiembre del año 9 d.C. el gobernador de Germania, acompañado de sus tres legiones, las tropas auxiliares y numerosa población civil, abandonó el campamento. Aconsejado por Arminio, decidió no seguir la ruta habitual e internarse en el bosque de Teutoburgo.
      Mientras los romanos luchaban por abrirse paso por este lugar salvaje  los germanos aprovecharon la protección que les ofrecía el terreno para acercarse a ellos sigilosamente. De repente Arminio dio la señal de ataque. La caballería auxiliar se abalanzó sobre los legionarios sin darles tiempo a dar la alarma. Sobre ellos cayó también una lluvia de piedras, lanzas y flechas y antes de que los romanos pudieran cerrar filas para protegerse con sus escudos, los germanos salieron de sus escondites y se lanzaron al combate cuerpo a cuerpo.
       Varo continuaba la marcha cuando fue informado del ataque. Al no saber con seguridad qué era lo que estaba ocurriendo, decidió seguir avanzando hasta encontrar un lugar seguro en el que levantar un campamento de emergencia.
       Una vez a salvo los romanos sopesaron sus opciones. Ocho cohortes (unos 4.000 hombres) habían sido eliminadas y los romanos se sentían nerviosos y humillados. Algunos generales propusieron pedir refuerzos pero Varo se negó. Los comandantes de las alas de caballería lanzaron un ataque desesperado contra los germanos pero fueron derrotados.
       Al amanecer Varo tomó una decisión drástica, dio la orden de abandonar los civiles y quemar los carros de provisiones. Confiaba en que de este modo los germanos se entretendrías con ellos y dejarían marchas a sus legiones. Sin embargo Arminio les perdonó la vida. El código de honor germano era claro: la guerra se libra solo contra los soldados.
       Ese día el tiempo cambió y llegó una gran tormenta. Arminio lanzó un nuevo ataque y en medio del caos organizado por la lucha, los rayos y las lluvias torrenciales Varo perdió el control de sus legiones y su ejército se desmoronó. 
       Tras una marcha forzada durante toda la noche los romanos lograron  alcanzar los límites del bosque. Varo continuó avanzando sin saber que se dirigía a un estrecho paso situado entre la montaña Calcrise y un gigantesco pantano donde Arminio tenía preparada una última emboscada. Bajo el grito de "libertad o muerte", los germanos acabaron con lo que quedaba de las tres legiones. Viendo que ya no había salvación Varo, el responsable de uno de los mayores desastres militares sufridos por Roma, se quitó la vida con su propia espada en el campo de batalla. 
       Los germanos sacrificaron los legionarios supervivientes a sus dioses como agradecimiento por la victoria. Los estandartes romanos fueron quemados, el cuerpo de Varo fue desangrado y su cabeza enviada a Augusto.
       Al enterarse de lo ocurrido el emperador cayó en una profunda depresión, que le llevó a despedir a todos los galos y germanos que servían en la guardia pretoriana y a abandonar sus planes de conquistar Germania. 

El fin de Arminio 
       Tras su victoria en Teutoburgo, Arminio se convirtió en el líder indiscutible de las tribus germanas. Regresó a su pueblo y se casó con Thusnelda pero Segestes jamás perdonó a su hija por la decisión que había tomado. En palabras de Tácito Arminio "era un yerno odiado por un suegro que era su enemigo".
       En el año 15 d.C. 80.000 romanos, al mando de Julio César Germánico, llegaron a Germania. Segestes había conseguido encontrar a su hija y llevarla consigo por la fuerza a lo que Arminio respondió asediando su asentamiento. Segestes pidió ayuda a los romanos y ante la llegada del poderoso ejército de Germánido, Arminio no tuvo más remedio que retirarse.
       El odio de Segestes hacia su yerno le llevó a entregar a su propia hija a los romanos. Según Tácito, Thusnelda "demostró un ánimo más parecido al de su marido que al de su padre: no se presentó deshecha en lágrimas ni con voz suplicante, sino con las manos juntas dentro de los pliegues de su vestido, dirigiendo la mirada a su vientre de embarazada".
       Desesperado y furioso al conocer el destino de su esposa, Arminio levantó  en armas a los queruscos y a otros pueblos vecinos y consiguió el apoyo de su tío  Inguiomero, quien gozaba de un gran prestigio entre los romanos.
       Al mando de 50.000 germanos, Arminio se enfrentó a los romanos en Idistavio, a orillas del río Weser. Pero en esta ocasión la batalla era en campo abierto y los germanos no contaban con la ventaja que les proporcionaba el terreno. Germánico obtuvo la victoria pero no logró capturar a Arminio, que consiguió escapar cubriendo su rostro con sangre para evitar ser reconocido.
       Tras esta derrota, el liderazgo de Arminio comenzó a ser cuestionado y su situación se fue complicando con el paso de los años. A pesar de sus esfuerzos, nunca volvió a ver a su esposa.
       Thusnelda fue llevada a Roma y exhibida públicamente en el desfile de triunfo de Germánico. En su cautiverio dio a luz a un niño que recibió el nombre de Tumélico.
       Se desconoce el final de Thusnelda. Arminio fue perseguido por el clan de Segestes, quien finalmente logró asesinarle a traición antes de cumplir los cuarenta años.  En cuanto a su hijo, jamás conoció la libertad. Tumélico fue reducido a la esclavitud y educado como gladiador en Ravenna. Murió combatiendo en la arena a los quince años. 

Bibliografía
-CEBRIÁN, J.A., Arminio, el líder bárbaro que doblegó a las legiones de Roma, El Mundo, 3 de Diciembre de 2006.
-PENCOT, L., BALLESTER, R., Historia de Roma, Barcelona, Montaner y Simón, S.A., 1979. 
-TÁCITO, Anales, Madrid, Alianza Editorial, 2008.
Documental
-La batalla contra Roma (La batalla de Teutoburgo-Desastre de Varo), Canal Historia.
Fuentes web
-http://historiasdelahistoria [Consultado el 26/01/2016]
Podcast
-CEBRIÁN, J.A., Arminio, Pasajes de la historia. La rosa de los vientos, Ondacero.

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